COMUNIDAD
DE MONJAS TRINITARIAS, monjasdesuesa@gmail.com
SUESA
(CANTABRIA).
ECLESALIA, 19/02/15.-
A
veces nos encontramos con textos que nos dicen que la cuaresma es una
carrera, o una cuesta, o una escalada. Está claro que, visto así,
la cuaresma es para deportistas, y... bueno, en fin, no a todo el
mundo se le da bien eso del ejercicio.
Cada cual que
le encuentre su sentido propio a la cuaresma pero... nuestra
propuesta es vivir una cuaresma comunitaria, ¿o es que no vamos
todos hacia la misma meta? ¿Y no será mejor llegar juntos?
El tiempo de
cuaresma es ideal para ahondar en el interior, en lo profundo, en “lo
secreto” y rebuscar el perfume oculto antes de que se nos quede
viejo.
¡Vamos a
perfumar la cuaresma! ¡Que cuando llegue la pascua la gran comunidad
de Jesús olamos a vida y fiesta! Como la mujer del perfume, rompamos
el frasco y derrochemos el amor a raudales. No os preocupéis, no se
gasta, no se agota, cuanto más se extrae más se posee.
¿Qué podemos
hacer?
Algunas ideas:
- Vamos a
querernos un poco más. No, no hablamos de quererse cada una, cada
uno, un poco más a sí mismo (que es muy sano, sí) sino de
querernos más entre nosotras y nosotros. Con gestos, con detalles
sencillos, con palabras, con miradas, ¡hay mil maneras, no busques
excusas!
- Podemos
ayunar de “yoísmos”: abramos los pabellones auditivos del
corazón para escuchar lo que nos cuenta el otro, la otra. No lo
demos por sabido aunque ya nos lo sepamos.
- Nuestra
oración en este tiempo puede ser alzando la cabeza y mirando más
allá. Oraremos más por quienes están al lado, desde el vecino
gruñón del 5º, hasta la compañera del trabajo que nos roba los
minutos del descanso, pasando por la hermana mayor que nos desespera
por su lentitud o las docenas de rostros sin nombre que vemos por el
televisor.
- Quizás sea
también buena idea sacar unos minutos al día para mirar hacia
dentro, remover la propia tierra, abonarla un poco (no huele muy bien
pero es buenísimo para después recoger mejores frutos) y bendecirla
(esto no suele venir en los manuales de horticultura pero os lo
recomendamos encarecidamente).
- Cuenta,
cuenta: sí, eso, que cuentes, que te narres, que saques lo que hay
en ti, con humildad y honestidad, que la belleza regalada por Dios y
colocada en tu interior no es solo tuya, es de todos. Coteja tu vida
con alguien, confronta tu camino, sé valiente y exponte ante alguien
que acompañe tu camino, ante tu comunidad, tu familia,...
- Haz un censo:
no para saber todo lo que tienes sino para darte cuenta de ¡todo lo
que tienes! ¿Todo es necesario? Olvida los “por si...”,
despréndete solidaria y ecológicamente de aquello que sabes que no
necesitas: libros, ropa, dinero,...
- Haz un
donativo: ¿el mejor?, tu tiempo, que no es recuperable.
Seguro que cada
cual tiene más propuestas pero las que queremos fomentar son las que
nos lleven a vivir una cuaresma comunitaria: “que todos sean uno
como Tú y Yo somos uno”. (Eclesalia Informativo autoriza y
recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
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